En el pueblo de Hinojales, al norte de la Sierra de Aracena y cercano a la provincia de Badajoz, uno de los grandes desconocidos pero con una belleza peculiar por sus calles empedradas, casas blancas y paisajes envidiables, la Inmobiliaria Peter i Pardo tiene el placer de mostrarles una de las viviendas señoriales más exclusivas y mejor conservadas de todo el entorno.
Perfectamente ubicada en el centro del pueblo, en una de sus plazas y cogiendo toda una esquina, los impresionantes muros de piedra que conforman esta casa han visto pasar varios siglos por delante. Con su fachada austera y sobria, no delata la majestuosidad de su interior. Referencia en la zona, esta vivienda de 857 m2 construidos tiene dos salones principales con espectaculares pinturas en paredes y sus techos abovedados. Los suelos hidráulicos ocupan la casi totalidad de la vivienda, excepto en algunas zonas que por su estado demasiado defectuoso, han sido retirados. Un estupendo zaguán o hall de entrada distribuye las estancias, comunicando con otro salón comedor con chimenea y azulejos de principios del siglo pasado, el cuál a su vez se comunica con la cocina, auténtica joya de la corona por su peculiaridad y estupendo estado de conservación. Con su suelo de grandes lascas de piedra de pizarra, fregadero en una pieza de mármol, azulejos sevillanos y una espectacular chimenea donde se cocinaba, con dos hornos. Una auténtica delicia para la vista.
La casa ha tenido una rehabilitación de todo su tejado hace tres años, con un buen aislamiento e impermeabilización, dejando a la vista toda la madera nueva y tratada, aparte de reformar dos de sus tres baños completos, combinando sus suelos hidráulicos con sanitarios de primera calidad.
Con seis dormitorios, también cuenta en su buhardilla con un amplio espacio diáfano que ahora utilizan para dormitorio con muchas camas, pero que se puede reconvertir en más dormitorios o estudio.
Su maravilloso jardín cuenta con diferentes espacios, zonas empedradas de salida de la casa, porche cubierto con techos de maderas para agradables comidas en verano y diferentes niveles del jardín donde, al estar en alto con respecto al resto de viviendas, goza de absoluta privacidad y de unas vistas al sur envidiables. Tiene su pozo privado. Con salida directa a la calle por donde entraban antiguamente los animales de tiro, caballos o burros, y que ahora se podría reconvertir en cochera.
Otro espacio asombroso por su estado de conservación son las bodegas, con sus lascas de pizarra también y los diferentes huecos donde están enterradas diferentes tinajas que se usaban para meter el aceite de oliva o carnes en manteca para su conservación. Con techos abovedados, arcos de piedra vista, un antiguo pozo que conserva su agua y estancias
de cuadras.
Difícil de explicar en palabras, es una casa para románticos que sepan apreciar el valor de los años, las antigüedades y el sabor de una casa señorial como esta, pero a su vez lista para entrar y disfrutarla. Algo único y exclusivo en la Sierra de Aracena.
